La gestión por resultados considera que para alcanzar los objetivos trazados por la dirección debe realizarse un plan estratégico para llevarlos a cabo. Sin embargo, a menudo se cometen errores durante la confección de dicho plan, ya que suele ser común dejar detalles librados al azar que en el futuro podrían generar consecuencias desastrosas si no se corrigen a lo largo del proceso.
Desde ocultar información vital a las demás áreas hasta ignorar el estado actual de la empresa, existe una amplia variedad de errores en la confección de un plan estratégico que las organizaciones deberían identificar antes de que sea demasiado tarde y el plan se ponga en marcha o sea aprobado. El conocimiento debe ser un bien común del que participen todos los miembros, para que a partir de una mirada más imparcial y, por lo tanto, menos sesgada de la realidad, la aprobación del plan sea por consenso.
Obviamente, la alta dirección debe comenzar a quitar el cerrojo a sus ideas y compartirlas con el resto de las áreas, puesto que una empresa es como un juego de ajedrez: cada pieza cumple una función específica, pero todas son importantes para obtener la victoria, desde el rey y la reina hasta los peones.
Para evitar que tu empresa se ponga en jaque debido a una desacertada planificación, en este artículo te ayudamos a identificar esos posibles errores en la confección de un plan estratégico y cómo ganar la partida sin sacrificar ninguna de tus piezas, en este ajedrez que es el mundo de los negocios.
1. Falta de comunicación.
El plan estratégico tiene que formar parte de toda la organización, ya que muchas veces solo es conocido por la dirección. En consecuencia, si le preguntamos a un gerente a dónde se encamina la empresa y no sabe qué responder, qué planteos quieren hacer, qué iniciativa tienen y no saben cómo actualizar esa iniciativa en función del plan estratégico, probablemente ese plan tenga falencias con las que sea difícil lidiar durante el proceso de ejecución.
Podría suceder que la falta de comunicación de la dirección a los mandos medios genere fricciones entre estas partes involucradas, cuando los resultados de los procesos no sean los esperados. La dirección podría culpar a la gerencia de interpretar mal su objetivo, y a su vez, la gerencia podría culpar a la dirección de trazar un objetivo poco realizable respecto a la realidad de la empresa.
Comunicarse más con las personas ayudará a evitar que un plan estratégico contenga un objetivo poco realista, así como también evitará que al pasar al nivel operativo, la ejecución sea ineficiente y los resultados sean pobres.
2. Desarrollar el plan estratégico sin tener en cuenta la realidad del día de hoy.
Suele suceder que las empresas suponen que se encuentran en una posición y en realidad están en otra muy diferente. Se aíslan en un falso optimismo cuando la base de sustentación de ese plan estratégico no es sólida. El objetivo se vuelve inalcanzable pero por falta de información sobre la realidad de la empresa. Muchas veces, los gerentes intentan vender la idea de que se encuentran en una situación y ciertamente están en una posición mucho más comprometida o vulnerable de la que esperaban.
Si bien hay realidades que son impredecibles, como lo fue la pandemia o una guerra, que terminan afectando la vida de las personas a nivel global, no se puede subestimar la situación por la que atraviesa una empresa, porque todo lo que suceda internamente debe ser notificado y del conocimiento de toda la organización. Realizar una auditoría financiera cada tres o seis meses puede ayudar a comprender el estado actual y tomar decisiones adecuadas en función de los números obtenidos.
3. No presupuestar el plan estratégico.
Cuando se define un objetivo estratégico u operativo, se debería saber el costo de llevarlo a cabo. Si por ejemplo, tu objetivo es aumentar las ventas en un 10%, debes contratar más vendedores, realizar más pauta en marketing, etc. Pero entonces, ese objetivo te cuesta un determinado presupuesto, pero si no contemplas ese margen financiero para el presupuesto, nadie sabrá cómo desarrollar el plan sin tener definido el capital para la inversión..
Con frecuencia, al compartir un plan estratégico al resto de la organización, no se menciona el presupuesto, porque no están claramente definidas todas las tareas que hay que realizar para lograr ese objetivo, el cual debe traducirse en dinero. Por consiguiente, quien define el plan podría hacerlo de manera más realista, pero también poco realista.
Dentro de lo poco realista, el plan puede ser inalcanzable por no considerar la realidad de la empresa, o bien, ser inalcanzable por no contar con un presupuesto que se adapte a un plan de esa naturaleza.
4. No tener claro implementar un proceso de gestión estratégica.
Muchas veces, se define la estrategia y termina almacenada en la biblioteca hasta fin de año. A esa altura, ya no se puede intervenir en ningún componente de ese plan, ni cambiar ni introducir mejoras. Si no se está cumpliendo el objetivo, es improbable lograrlo a fin de año habiendo dejado la ejecución del plan estratégico sin seguimiento.
Cada persona debería tener un rol asignado para informar sobre el avance del plan. Así la dirección se enterará de lo que está sucediendo en la empresa. Con el análisis Ex Post, el área mayor obtiene un seguimiento de lo que ocurre, a fin de tomar acciones para cambiar las contingencias que vayan surgiendo en el tiempo.
5. Proceso y estrategia no están alineados.
El proceso de planificación estratégica siempre debe estar alineado con la estrategia. Esto requerirá varios seguimientos internos. Sin embargo, puedes agregar pasos que parecen buenas ideas al principio o que te ayudarán a tener el control de tus procesos y responsables, pero lo cierto es que si esos pasos se desvían del objetivo planteado en el plan estratégico, estás yendo en la dirección equivocada.
El objetivo final de todos los informes y reuniones para un plan estratégico debe vincularse con la estrategia general de la organización. Esto no solo asegura estar alineados con los objetivos estratégicos, sino que también los colaboradores se motiven más porque entenderán que su trabajo tiene un propósito y ayuda a generar resultados.
“Reflexiona deliberadamente antes de hacer un movimiento”
- Sun Tzu -
En términos del famoso estratega militar Sun Tzu, para tener éxito en cualquier proyecto, la planificación debe ser cuidadosa y precisa la ejecución, ya que antes de tomar una decisión precipitada se debe analizar todos los pros y contras, promoviendo más comunicación, una correcta previsión del presupuesto, el conocimiento de la realidad interna actual y la alineación entre estrategia y procesos, a fin de evitar los típicos errores en la confección de un plan estratégico. Solo de esta forma el éxito en el alcance de tus objetivos estará asegurado.
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