Se nos olvida a menudo que las empresas las mueven las personas, así tengamos la mejor tecnología del mundo, sin personas…no sucedería nada.
¿Quién pone la estrategia, el norte? ¿Quién enfoca los esfuerzos y prioridades en los temas adecuados? ¿Quién, hablando con sus #CLIENTES, consigue entender qué necesitan?
La respuesta es obvia: las personas, los seres humanos.
Si pensamos que un computador, o un software van a hacer el trabajo (algunos sí pueden) por nosotros estamos muy equivocados; es le tecnología la que tiene que estar al servicio de las personas, no al revés.
Y es ahí precisamente donde fallan muchas empresas, los softwares cada día más avanzados nos ayudan con la data, con la inteligencia de las conversaciones de nuestros #CLIENTES en redes sociales; pero no nos pueden ayudar en una reunión con nuestros #CLIENTES…esa la tenemos que preparar y llevar a cabo nosotros.
Un ejemplo, ¿Cuántas implementaciones fallidas de CRM, ERP habéis visto?, yo muchas, y el problema está claro: “ponemos a la tecnología delante de las personas” y debe ser al revés.
Si yo me llevo todo esto al entorno de ventas, un computador no vende por ti, ni hace una campaña de marketing, ni genera una oportunidad de negocios (en B2C posiblemente sí); ¿por qué?.
Fácil, porque al otro lado del software hay otra persona, porque todos somos emocionales, porque tenemos días buenos, malos y peores, porque no siempre hay que vender y en una reunión el que sabe cuando hay que vender o no es el #vendedor
No siempre hay que vender
Por eso el liderazgo debe ser enfocado a las personas, está bien la data, las estadísticas, las redes, pero el momento de la verdad sucede entre personas; o ¿hemos visto alguna vez dos HQ, dos edificios, de dos empresas multinacionales cerrando un negocio?, eso sucede entre personas y adivina qué, las personas están dentro de esos edificios.
Liderazgo espiritual sí, enfocado a motivar a emocionar a las personas para que se auto motiven (no se puede motivar a nadie) para que den esa milla extra, para que se superen, para que vayan por sus metas con toda.
Tecnología sí, pero como un medio no como el fin. Tecnología sí, pero con el “toque” humano y para eso necesitamos líderes que generen empatía, enseñen el camino y lideren con el ejemplo.
Es de bien nacido ser agradecido
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