El cambio está permanentemente presente en el mundo de los negocios de hoy, por lo que en el entorno empresarial cada vez confían más en los gerentes de transición para manejar con éxito los procesos de cambio. Ya sea que estos cambios sean financieros, operativos, técnicos o logísticos, estos nuevos profesionales están encargados de planificar los cambios anticipados, implementarlos y monitorearlos mientras mitigan el riesgo.
Una gran mayoría de los gerentes de transición son colaboradores de compañías de gestión de transición que asignan especialistas a las empresas según sea necesario, mientras que otros son colaboradores permanentes de organizaciones que crean cambios continuos y otros trabajan por cuenta propia. Este rol estratégico contribuye al desarrollo de nuevas unidades de negocio y asegurarse de que los objetivos de la dirección se cumplan tal como la empresa lo planifica.
No obstante, como su nombre lo indica, este actor empresarial tiene que estar donde lo necesitan pero una vez cumplido el objetivo o la misión, generalmente sigue su camino en busca de un nuevo proceso de cambio. En este artículo, vamos a conocer las principales características de un gerente de transición, en qué consiste este nuevo rol, cuál es el aporte que brinda a las organizaciones y en qué casos se justifica.
Deberes y responsabilidades de un gerente de transición.
El rol del gerente de transición no es simple, ya que esta persona es el principal punto de contacto y la parte responsable de administrar el cambio en una organización, al tiempo que minimiza los costos y los factores de riesgo asociados. Este individuo primero debe comprender las operaciones de la empresa en el momento actual, investigar y recomendar cambios positivos y administrar las instancias necesarias para realizar las mejoras. Sus responsabilidades incluyen:
Solicitudes de cambio.
Los gerentes de transición administran todas las solicitudes de cambio (RFC); esto significa que recopilan y revisan los RFC entrantes, consultan con ejecutivos o expertos sobre las posibles implicaciones de los cambios propuestos y aprueban o rechazan las solicitudes. Sin embargo, el trabajo de un gerente de transición no finaliza con este paso. Deben participar durante todo el proceso de transición, ya sea actualizar a un nuevo software o realizar cambios en la cartera de inversiones de un cliente.
Correspondencia.
Para cumplir con este rol como corresponde, los gerentes de transición deben mantener una correspondencia constante con una multitud de partes interesadas. Estos pueden involucrar a accionistas, inversionistas, ejecutivos, clientes, colegas y especialistas.
Al mismo tiempo, es posible que deban trabajar en conjunto con los equipos de marketing, finanzas, IT, recursos humanos, operaciones y desarrollo de productos para ayudarlos a implementar cambios o buscar información relevante. Deberán asesorar a las partes interesadas sobre las posibles inquietudes, así como realizar recomendaciones sobre las mejores soluciones para la gestión del cambio.
Educación.
Otra responsabilidad de un gerente de transición es educar a los clientes internos o externos sobre mejoras o actualizaciones de operaciones, IT u otras áreas. Como esta persona es la responsable de sugerir o aprobar los cambios, también es la que tiene más conocimiento sobre los nuevos desarrollos. Como tales, tienen la tarea de educar y capacitar a otros colaboradores en el uso de nuevos sistemas, comprender las deficiencias y estar disponibles para responder preguntas.
Presentaciones.
Los gerentes de transición están constantemente desarrollando presentaciones para clientes potenciales y actuales, así como para colegas. Como las implicaciones y consideraciones de una transición pueden ser complejas y afectar múltiples áreas del negocio, el gerente de transición a menudo elabora presentaciones que incluyen discursos, presentaciones en slides, folletos, notas, ejemplos y materiales de investigación, para ilustrar su exposición.
Aporte de un gerente de transición a las organizaciones.
La figura del gerente de transición tiene el objetivo de asegurar que las empresas que estén atravesando alguna reestructuración financiera, funcional, estructural, personal o de cualquier índole, el proceso sea lo más gradual y eficiente posible. Las empresas recurren a este rol cuando surgen proyectos de expansión e incertidumbre elevada, por lo que este profesional posee las competencias necesarias para favorecer el cambio reduciendo la incertidumbre.
Obedece a la necesidad de contar con personas capacitadas que comprendan las necesidades de los negocios y que cumplan con los plazos establecidos. Generalmente, estos profesionales tienen una experiencia entre 5 y 10 años, es decir, que estamos hablando de senioritis, que están habituados a lidiar constantemente con los desafíos típicos de la gestión del cambio.
En Latinoamérica, esta modalidad no surgió hace tanto tiempo, ya que proviene de Europa, pero desde que la están implementando las empresas a partir de la pandemia se incrementó notablemente para adaptar las empresas a los nuevos modelos de negocios orientados al comercio electrónico.
En síntesis, un gerente de transición es una persona que se encarga de trabajar en conjunto con una organización para contribuir en implementar un cambio o mejora significativos que impulse el crecimiento y expansión de una empresa. Su presencia temporal permite a las empresas reducir los costos y los factores de riesgos asociados, a fin de que la transición al cambio sea menos abrupta para los colaboradores y partes interesadas.
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