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Qué es una startup? Definición, características, tipos y ejemplos


El mundo de los negocios se está reinventando día con día. Por ello, solo las empresas que llegan con un enfoque fresco e innovador sobreviven en el mercado actual. A pesar de este panorama, miles de negocios surgen cada día en todo el mundo como pequeñas compañías que buscan hacerse camino en el mundo empresarial. En países como México, por ejemplo, tan solo entre el 2019 y el 2021 se crearon más de 1,5 millones de empresas.

Pero ¿cómo es posible sobrevivir en un mercado tan competitivo?

Una alternativa es apostar por un lento crecimiento con el fin de sentar las bases de un negocio y elevar las ganancias paulatinamente. Otro camino es ir a lo grande y comenzar con una idea que puede cambiar el juego y crecer de forma acelerada. Esta última es la estrategia que las startups han elegido.

En este artículo hablaremos de las startups, sus características y los tipos existentes. Además, revisaremos algunos ejemplos de empresas exitosas que ilustran la forma en que los negocios pueden aprovechar las características del mercado actual.

¿Qué es una startup?

Una startup, también conocida como empresa emergente, es un emprendimiento que busca un rápido crecimiento en el mercado a partir de una base tecnológica e ideas de negocios innovadoras.

Veamos un poco más acerca de la definición:

5 características de una startup

1. Requiere una idea innovadora

La innovación es el motor de todas las startups. Estos negocios tienen como característica esencial ofrecer soluciones nuevas o bien aprovechar los recursos tecnológicos para reinventar una oferta existente.

En muchos casos, las startups más lucrativas son aquellas que incluso generan una nueva necesidad en el mercado. Tal ha sido el caso de grandes empresas como Airbnb o Netflix, quienes lograron crear un nuevo nicho de mercado y posicionaron una idea única como su diferenciador de negocio.

2. Basa sus operaciones en el uso de herramientas tecnológicas

Para responder a las necesidades actuales del mercado y llegar a una mayor audiencia no existe mejor alternativa que aprovechar las ventajas de las tecnologías de la información y de la comunicación.

El uso de estas herramientas es fundamental para la gestación, desarrollo y funcionamiento de una startup. Por un lado, esto se debe a que las tecnologías están en constante cambio, por lo que los negocios deben adaptarse a ellas. Por otro lado, las startups parten del objetivo de alcanzar amplias audiencias, por lo que necesitan canales de comunicación y venta masivos para generar presencia a nivel global.

3. Apuesta por el crecimiento acelerado

En contraposición a los negocios más tradicionales que parten de inversiones fuertes y esperan un proceso de crecimiento lento y orgánico, las startups se abren camino dentro del mercado a partir de la irrupción de los modelos preconcebidos.

La principal misión de una startup es demostrar que la idea detrás del negocio es rentable con el fin de atraer a inversores que apuesten por ella. De este modo las startups comienzan en grande y esperan extenderse rápidamente penetrando en diferentes territorios y mercados.

4. Es un negocio altamente adaptable

Las startups tienen como materia prima las ideas, pero no necesariamente existe una fórmula sobre cómo traducirlas en un negocio. Generalmente esos proyectos son generados por expertos que buscan una alternativa empresarial a su vida profesional, por lo que trabajan con ideas en constante construcción y reformulación.

Debido a que están condicionadas por la evolución tecnológica, una startup puede modificar sus objetivos, metodologías o incluso su modelo de negocio a lo largo de su desarrollo.

5. Tiene un alto nivel de riesgo

Crear una empresa de cualquier tipo es un riesgo financiero. Una idea puede parecer buena en papel, pero puede recibir poca atención del público una vez que se ha emprendido comercialmente. Esto es muy posible cuando hablamos de startups, ya que por lo general no tienen un público comercial muy bien definido y, por su carácter innovador, no han sido puestas a prueba en el mercado real.

En contraposición a los negocios más tradicionales que tienen un índice de éxito del 30 %, se estima que solo 1 de cada 10 startups logran afianzarse en el mercado y convertirse en empresas consolidadas con gran presencia comercial.

Hasta ahora hemos revisado las características que definen a una startup. Pero ¿Cómo podemos diferenciarlas de otros formatos empresariales, tales como las pequeñas y medianas empresas? Continúa leyendo para descubrirlo.

4 diferencias entre una startup y una pyme

Los objetivos

Como hemos revisado, las startups se caracterizan por tener ideas innovadoras que buscan situarse como soluciones únicas en el mercado. Esto tiene como objetivo último crecer de forma acelerada y capitalizar sus ideas con grandes ganancias a corto plazo.

Una pyme, por el contrario, busca afianzar su presencia en el mercado de manera orgánica y, aunque puede aspirar a convertirse en una gran empresa, no necesariamente es su objetivo principal. Muchas de estas pequeñas y medianas empresas solo buscan incidir socialmente, sin tener en mente la propuesta de un nuevo modelo de negocios.

El mercado

Uno de los puntos más característicos de una startup es que aspira a llegar a una audiencia amplia. Debido a que estos negocios buscan un acelerado crecimiento, el camino más seguro para lograrlo es crear una necesidad comercial de interés masivo o llevar un servicio a un gran número de consumidores. Gracias al uso de herramientas digitales, las startups pueden ofrecer sus soluciones a todo el mundo.

Las pymes, por el contrario, surgen como una respuesta a un problema generalmente local y suelen tener un público altamente delimitado, ya sea por su edad, el territorio en el que se desarrollan o si pertenecen o no a una comunidad.

El financiamiento

Las startups surgen a partir de una idea, pero sus creadores no necesariamente cuentan con los recursos para llevar esta solución al mercado. Muchas veces la inversión requerida para emprender el negocio no depende de ellos sino de la aportación de inversores y de asistencia financiera que apuestan por el éxito de la idea. Si no se cuenta con el suficiente capital estas ideas no pueden despegar.

Por otro lado, las pymes generalmente surgen por una necesidad comercial de los emprendedores a partir del uso de sus propios recursos o mediante la adquisición de créditos. En caso de no contar con demasiado capital, las pequeñas y medianas empresas se ven comprometidas y tienen un crecimiento mucho más lento.

El tamaño

Las pymes, como su nombre lo indica, son micro, pequeñas y medianas empresas que, por su número de empleados y nivel de ingresos, representan unidades de negocio menores en el mundo empresarial. Generalmente su tamaño financiero y organización las sitúa dentro de esta categoría.

En el caso de las startups no existe una correlación entre un elemento y otro. Estos negocios pueden tener un número altamente reducido de personal y, sin embargo, obtener ganancias millonarias. Además, de acuerdo con los puntos que hemos desarrollado, una startup solo existe como un paso en el camino a la grandeza.

5 tipos de startup

Startups escalables
Startups sociales
Startups comprables
Startups primarias
Startups secundarias

1. Starups escalables

Las startups escalables son posiblemente el tipo más popular entre estos negocios. Se caracterizan por tener una idea que pueden explotar a un bajo costo y reproducirla en diversos contextos.

Estas startups generalmente son del sector tecnológico, ya que con recursos modestos pueden llegar a todo el mundo y ofrecer el mismo servicio en todos lados. Algunas de las áreas de negocios para startups escalables más populares son: Fintechs: empresas que aplican tecnologías en la gestión financiera.

Wealthtechs: empresas que aprovechan el big data y tecnologías informáticas avanzadas.
Internet de las cosas: empresas que generan software e ideas para innovar en el uso cotidiano de las redes digitales.

Comercio en línea: empresas dedicadas a la venta, distribución y desarrollo de productos que innovan en los métodos comerciales que aplican.

2. Startups sociales

Si bien todas las startups tienen como objetivo escalar y crecer en el mercado global, la realidad es que muchas de estas empresas no tienen como propósito obtener grandes ganancias, sino ofrecer un servicio o producto de calidad a la mayor cantidad de consumidores posibles.

Estas startups se distinguen por centrar su atención en la escalabilidad de un modelo de negocios sin considerar un gran volumen de ganancias, a pesar de que la propuesta debe ser rentable y generar los recursos necesarios para su supervivencia y reproducibilidad. Este tipo de startups son un ejemplo de cómo hacer negocios con un enfoque de responsabilidad social.

3. Startups comprables

Muchas ideas surgen con el objetivo de concretarse en un proyecto real y, generalmente, son los creadores de un negocio quienes esperan vivir el sueño de tener una empresa y generar ganancias a partir de ella. Sin embargo, existen algunos empresarios cuyo único propósito es generar ideas de negocios para ser vendidas a otras personas.

Las startups comprables son proyectos de negocio que buscan ser atractivos para un comprador más grande o que demuestran ser lo suficientemente rentables para convencer a alguien de adquirirla e integrarla a su organización.

4. Startups primarias

En contraposición a las startups comprables, las primarias pueden ser definidas como aquellas que surgen de un interés por parte del desarrollador, de los emprendedores y de los inversionistas como un proyecto de vida. Estas empresas no buscan ser compradas por otras compañías, sino consolidarse en el mercado y tener una identidad propia.

Estas startups también son conocidas como pasionales o de estilo de vida. Esto se debe a que surgen por un interés emocional o por la búsqueda de una solución a un problema cotidiano. Esta pasión se transforma en una idea de negocio que puede resultar útil a miles o millones de personas.

5. Startups secundarias

Un tercer tipo de startup que tiene que ver con quien la crea y su objetivo son las startups secundarias. Estas unidades de negocio se caracterizan por no ser el proyecto principal de una empresa, sino fungir como laboratorios de ideas. Algunos desarrolladores trabajan en ellas o, incluso, compiten para la generación de plataformas, soluciones o software innovadores que pueden ser inyectados de capital si demuestran su utilidad.

Las grandes compañías constantemente financian este tipo de startups con el fin de adoptar sus soluciones en cuanto sea evidente su rentabilidad. Por ello, no surgen de un interés por parte de sus creadores, sino como un servicio a otros empresarios.

A continuación revisaremos algunos ejemplos de empresas realmente exitosas que comenzaron como startups y que prometen convertirse en representantes del mercado del futuro.

4 ejemplos de startup

1. Spotahome


Spotahome es una startup española que se ha destacado por reinventar el formato de un negocio tradicional: el mercado inmobiliario. La startup es un ejemplo de proptech que utiliza las herramientas digitales e informáticas para redefinir los servicios de este sector.

Inspirada en el éxito de empresas como Airbnb, la compañía surgió por un interés en ofrecer un servicio de alquiler de mediana y larga estancia. Este nicho se encontraba completamente vacío, lo que catapultó a Spotahome más allá del continente, incluso llegando al mercado asiático.

Con menos de una década de existencia, la empresa contó con el apoyo de algunos importantes inversionistas, por lo que sus operaciones comenzaron en grande y en poco tiempo su crecimiento se fue acelerando. Spotahome es un buen ejemplo de startup primaria que ha perfeccionado un modelo de negocios escalable y reproducible en todo el mundo.

2. Nu


Nu es una empresa tecnofinanciera y bancaria con gran presencia en América Latina y que actualmente es considerada el banco digital más grande del mundo fuera del continente asiático.

Esta compañía, fundada en 2013 por David Vélez, comenzó como una startup que buscaba dar solución a algunos de los problemas administrativos y operativos de los bancos físicos que requerían de instalaciones y exigían la presencia física de los cuentahabientes.

Con el asesoramiento de ingenieros y desarrolladores computacionales, la empresa de Vélez creció exponencialmente situándose como una de las principales entidades bancarias en Brasil y, en pocos años, en todo el mundo. Esto se ha debido al gran uso de innovaciones tecnológicas y a la versatilidad del modelo empresarial para adaptarse a una gran diversidad de territorios. Nu es un gran ejemplo de startup primaria y escalable.

3. Clip


En el panorama hispano existen buenos ejemplos de startups que han logrado hacerse camino en el mercado internacional. Tal es el caso de la startup mexicana Clip, que comenzó como una startup reconocida como uno de los «unicornios» del mercado en el país. Esta empresa fintech nació en el 2012 como un proyecto ideado por Adolfo Babatz para asistir a las empresas en el cobro por medio de tarjetas bancarias.

La idea de Clip era muy sencilla: ofrecer un sistema de bajo costo a las pequeñas y medianas empresas con el fin de que pudieran aceptar pagos por medio de tarjetas de débito y crédito; y así aumentar sus ganancias.

En poco tiempo la empresa logró llamar la atención de grandes inversores que apostaron por la idea y, en menos de una década, Clip ha crecido exponencialmente, con una valoración de más de 2000 millones de dólares. Es importante mencionar que la empresa conserva un objetivo social al promover la inclusión financiera para las pymes y proveer un medio seguro para gestionar sus ventas.

4. NotCo


Si bien es común pensar que todas las startups ofrecen soluciones digitales para los consumidores, la realidad es que miles de estas empresas aprovechan las tecnologías computacionales para generar productos y no solamente servicios.

Tal es el caso de la startup chilena NotCo, una startup que, con apenas unos pocos años en el mercado, ha logrado llamar la atención de grandes inversores, como Jeff Bezos. Detrás de NotCo se encuentra un potente algoritmo conocido como Giuseppe. Este motor computacional fue desarrollado para elaborar productos alimentarios sanos y responsables con el medio ambiente de manera automática, a través del análisis molecular de plantas que pueden sustituir los alimentos de origen animal.

Matías Muchnick, fundador de la empresa, afirma que NotCo será el chip que moverá a la industria alimentaria global. Algo así como el Intel de los alimentos. Esta empresa no solo es un ejemplo de startup primaria, sino una de las empresas con mayor responsabilidad social en el panorama mundial, pues busca dar solución al grave problema del cambio climático.

El panorama de las startups latinoamericanas es realmente prometedor. En los últimos años se ha visto un incremento en las inversiones en empresas latinas de este tipo y se espera que en los próximos años este comportamiento se mantenga. Por otro lado, en España el 2022 ha sido el año en que se han roto los récords de inversión en startups españolas con más de 4300 millones de euros.

Ahora que conoces las características de las startups y algunos casos de éxito en el mundo, estás listo para llevar tus ideas al mercado actual. Para lograrlo puedes aprovechar algunas de las mejores herramientas de marketing para startups recomendadas por HubSpot. Además, puedes analizar tu propia empresa para descubrir cuál es su potencial de crecimiento con el Growth Grader gratuito de HubSpot.

Recuerda que si quieres optar por este modelo empresarial debes aplicar el famoso dicho «Go big or go home» (ve en grande o vete a casa).

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